EL FEMINISMO ES EL PLAN DE LA BURGUESÍA FINANCIERA PARA LA ESCLAVIZACIÓN DEL RESTO DE LA HUMANIDAD.

EL FEMINISMO ES PARTE FUNDAMENTAL DEL PLAN DE LA BURGUESÍA FINANCIERA PARA LA ESCLAVIZACIÓN DEFINITIVA DEL RESTO DE LA HUMANIDAD.

sábado, 13 de julio de 2013

BRETÓN, DECLARADO CULPABLE POR EL ASESINATO DE SUS HIJOS. ¿Y QUE PASA CON LOS MILES DE ASESINATOS DE HIJOS QUE A DIARIO COMETEN LOS DEMÁS PSICÓPATAS ESPAÑOLES? ¿POR QUÉ QUEDAN IMPUNES?

 Momento de la salida de la Audiencia Provincial de Córdoba de Ruth Ortiz.. efe 


Parece que José Bretón es un psicópata. Probablemente. No se como un ser humano puede acabar con la vida de dos niños sin mas sin importarle nada y mas siendo sus propios hijos. Esto es el comportamiento propio de un psicópata, carente de la más mínima empatía... cuando quiere. Pero, ¿Que pasa con el resto de psicópatas que pululan como dioses en todas las instancias de nuestra sociedad?

El psicópata menos común es el caso del psicópata José Bretón. Por increíble que parezca, la mayoría de los psicópatas corrientes en nuestra sociedad se hallan perfectamente adaptados, reconocidos, protegidos, ensalzados y la sociedad empatiza perfectamente con ellos, casi tanto como ellos empatizan con nuestra sociedad. Estamos hablando de psicópatas que se camuflan en todos los recódos del aparato del estado, de la corrección política y del pensamiento: políticos, banqueros, periodistas, jueces, catedráticos, politólogos, sicólogos, gurús, policías, funcionarios y feministas. Ellos no suelen asesinar directamente, pero sus palabras, acciones y omisiones pueden conducir a resultados similares.

Lo diremos pronto y claro: en España todos los días del año como mínimo, uno o dos  psicópatas asesinan a sus propios hijos con el mismo móvil que supuestamente empujó a Bretón, pero no son juzgados porque un amplio entramado de colaboradores los protegen. Colaboradores que en la mayoría de los casos presentan el mismo cuadro psicopático habitual entre los que se dedican a los asuntos de género: carencia de la más mínima empatía... con quien quieren. 

Lo repetimos y lo declaramos de manera que todo el mundo pueda entenderlo: todos los días, al menos un padre vive la muerte violenta de sus hijos por la voluntad sicopática del otro progenitor, amparado por leyes creadas por políticos psicópatas, avaladas por catedráticos sicópatas, aplaudidas por periodistas psicópatas, defendidas por feministas psicópatas. Hablamos de la muerte de un hijo, porque muerte es no volver a saber de él, hablar con él, compartir nada con él  ni poder ayudarle en ningún sentido hasta el fin de tus días. Es el famoso "no vas a volver a ver a tus hijos nunca más" verdadera amenaza de muerte que esgrimen todos los días unos progenitores contra los otros con la beatífica condescendencia de legisladores y fiscalía y la desidia de las fuerzas de seguridad del estado, más ocupadas en ejecutar detenciones ilegales de hombres.

El asesinato de uno o de varios hijos es la moneda de cambio habitual del género femenino cuando ellas no desean compartir la custodia con el otro progenitor. Los matan realmente, a sus hijos, tanto para su padre como para sus abuelo, prímosy tíos, que viven su exclusión de la vida de su familiar como una muerte. Porque efectivamente, ese hijo ha muerto para su padre una vez que la amenaza de muerte se hace realidad. Se trata de hacer sufrir y de privar de la alegría de la paternidad al progenitor alienado. Esto no solo lo hacen las mujeres, también se dan casos de hombres aunque lógicamente mucho menos, porque estos psicópatas necesitan el amparo de otros psicópatas integrados para no acabar como Jose Bretón y esta cobertura logística tiene género e ideología claramente definidos por lo que rara vez se pone al servicio del enemigo, aunque ocurre y es exactamente igual de grave y dramático. El asesino (psicópata integrado) de sus propios hijos no se contenta con matar a estos de cara a la familia del otro progenitor, reservándose el privilegio de poder disfrutar de la vida de sus hijos de forma privaticia y compartirlos con cualquiera otros a discreción. También, y de cara a sus propios hijos, mata al otro progenitor, es decir, deja huérfano a su propio hijo, al que hace sufrir la ausencia del afecto paterno solo por el placer de priva del afecto del hijo o hijos a su odiado ex- conyuge. El único que no sufre en estos casos es el psicópata integrado, que amparado por su familia y la legislación demuestra tener una gran empatía, cuando quiere... consigo misma. El psicópata mata de paso al abuelo y la abuela de su hijo, a sus tíos, etc. Es una evidencia por cuanto el alejamiento permanente de un ser querido sin posibilidad alguna de volverlo a ver equivale a la percepción de la muerte de un ser querido, ni más ni menos. A ello hay que añadir la consciencia de que ese ser querido, inducido por un plan de desprestigio y demonización de la figura paterna más perverso todavía que el plan que tuvo lugar en la finca de "Las Quemadillas", odiará de por vida al padre ausente. 






Concluyamos que estos asesinos de a diario al igual que sus colaboradores no merecen ni un minuto de atención de los medios de comunicación, quedan siempre impunes y sin necesidad siquiera de afrontar la pérdida de sus hijos como sin duda es el caso del psicópata Bretón, que no podrá volver a verlos nunca más.

El hecho es que la amenaza de "no volver a ver a tus hijos nunca más" no parece merecer la atención de los expertos y de los que tiene obligación de lidiar en estos asuntos, quizás porque es la primera amenaza que un psicópata integrado, habitualmente mujer, lanza contra el otro progenitor a las primeras de cambio. Quizás porque esta amenaza es tan perfectamente perfectible gracias al amparo del sistema legal que casi nunca viene sola, sino apoyada por otras del estilo de "tu hijo te va a odiar para siempre", "vas a pagarme una pensión y no vas a ver a tus hijos y te voy a arruinar la vida" incluso el "te vas suicidar". Medidas cautelares y presunción de culpabilidad hacen el juego a estos psicópatas con extraordinaria eficacia. Como la fiscalía en España solo presta atención a las amenazas procedentes del género masculino por poco perfectibles que estas puedan llega a ser mientras se desentiende de la gravedad de amenazas que tienen (gracias al entramado de apoyo creado durante años por renombrados psicópata integrados) tantos visos de hacerse realidad es por lo que de vez en cuando algún hombre no es capaz de presenciar pasivamente como se le asesinan a sus hijos, eso sí, de forma privaticia, selectiva y exclusiva para él y los miembros de su familia ,que pueden darse reacciones proactivas. Y dependiendo de quién y como, el resultado puede quedar en un discreto suicidio o pasar a un perverso asesinato, como parece que ha sido el caso de Jose Bretón.


El resultado final que buscaba mediante el asesinato de sus hijos por parte de José Bretón ha sido que el progenitor Ruth Ortiz no pueda volver a ver a sus hijos nunca más. ¿Cuantas José Bretón andas sueltas ante la complacencia de sus complices?